Hoy el habla se ha transformado en un círculo sin ese 8 tumbado. Un círculo partido por la mitad, detenido en el camino desde la boca hasta la propia oreja. Parece que hoy las palabras se quedaron como imágenes dentro de la cabeza. De ahí no salieron y por dentro una lengua nueva surgió repentinamente. Hoy las puertas de ese viaje se abren desde tu boca.